martes, 8 de septiembre de 2009

De insomnio y pesadillas


Estuve buscando un buen tema para escribir durante esta semana. Obviamente no se me ocurrió nada digno de un premio o de un espacio en la historia del periodismo. Sin embargo, la inspiración vino a mi la noche del pasado lunes cuando la combinación de cansancio, comida chatarra y mucho jugo de naranja (lo más probable vencido) hicieron que una vez más el insomnio se convirtiera en mi cita de esa noche.

No sé por qué, pero de un tiempo a esta parte duermo como el forro. Bueno en realidad sé cuál es el motivo, pero no vale la pena mencionarlo en esta oportunidad… quizás más adelante.

El tema es que cuando el reloj marcaba las tres de la mañana y estaban dando un partido de tenis en mi querida tele dije “esto se acabó”. Tomé el valor suficiente, agarré mi control remoto universal y puse off.

Mi pieza quedó en silencio, todo muy oscuro y el viento, que esa noche corría con todo, golpeaba mi ventana. Mi combinación de chatarra y jugo vencido comenzaba hacer efecto. Acidez al máximo y unas gotas de sudor comenzaron a recorrer mi frente.

“No importa”, dije. “Esto no me la va a ganar”. Cerré bien los ojos, mientras los pensamientos en la jornada del próximo día recorrían mi mente. “tengo que subir galerías de fotos, mañana hay reunión. Creo que ya no me quedan calcetines limpios”, en fin toda una maraña de sentimientos pensamientos que comenzaban a dominarme y hacían imposible mi sueño.

De la nada comienzo a quedarme dormido poco a poco; tenso, sudado y con dolor de guata, pero no importa cuando el reloj marcaba casi las 3.30 de la madrugada mis ojos comenzaban a ser vencidos y por fin podría dedicarme a lo mío: dormir.

Me acuerdo que lo último que recuerdo antes de caer completamente sedado fueron los tacones de una mujer que recorría los pasillos de afuera de mi departamento e intentaba abrir la puerta de su casa…

PESADILLAS

Al poco rato de conciliar el sueño la primera pesadilla vino hacia mí. La misma mujer en tacones que intentaba abrir la puerta de su departamento totalmente ebria, ahora trataba de abrir mi puerta. “Abre la puerta tonto huevón”, me gritaba en mi pesadilla.

En ese momento, dentro de mi sueño obviamente, pensé en actuar y tomar cartas en el asunto. Sin embargo me pasó la típica de mis sueños recurrentes: más que ser un héroe, me paralizo y pese a que trato de mover todo el cuerpo lo único que consigo es balbucear algo así como “nnmmmaaaaa, nnnmaaaaaa”. Terrible.

Luego de un par de minutos de estar como Dustin Hoffman en Rainman me di cuenta que era un sueño, pero no sé por qué no desperté, es más, seguí durmiendo y obviamente seguí con mis pesadillas.

Una vez que me deshice de la mujer de los tacos, a la cual nunca le vi la cara, dos tipos comenzaron a patear mi puerta. No sé por qué, pero mi puerta ahora tenía vidrios y yo podía ver a estos sujetos. Nunca me había topado con ellos, no los reconocía ni en pelea de perros. Eso sí, estaban muy curados y con ganas de sacarme la cresta.

De a poco mi puerta iba cediendo y lograron ingresar a mi depto. Usaban bototos, pelo largo y barbas… muy grunge el estilo.

No sé cómo, pero esta vez no me congelé, al contrario entré en acción de inmediato y me transformé en un verdadero Chuck Norris dentro de mi pesadilla. Lo primero que hice fue agarrar a uno de los dos sujetos y apretarle el cuello con mi antebrazo, el cual por extraños motivos estaba sumamente desarrollado.

Sin embargo, cuando quise darle un certero golpe con mi puño en todo su rostro una energía cuática lo protegió. Pese a todo, no lo solté y con mi citófono llamé a mi amigo el conserje. Tremenda fue mi sorpresa cuando me responde una mina como de 20 años y no el viejito que amablemente me abre la puerta todos los días cuando llego. “Sí señor. Qué se le ofrece”, me dijo la mujer.

Fue ese pequeño detalle que me despertó. Abrí los ojos, estaba transpirado completamente y no atiné a nada más que a tomar un sorbo de jugo de naranja…. vencido.

viernes, 4 de septiembre de 2009

El nuevo single de Nirvana

Hace alrededor de 2 semanas, me encontré rodeada de cabezas huecas (también conocidas como “pelo lais”) y de niñitos reñaquinos en lo que trato de llamar “carrete”. No me pregunten como cresta llegué a ese lugar, porque estaba tan borracha que es un misterio incluso para mí. La cosa es que mientras algunos estaban jugando a la cultura chupística y otros tantos sobajeandose en algún rincón de la casa, yo me encontraba junto al equipo tratando de sintonizar alguna wea que no fuera reggaeton, fue en eso cuando capté la querida radio Oasis (98.1 “su cita con los recuerdos”). Soy una amante de la buena música, especialmente de todo lo que salió entre los años 50 y 70, por lo que al escuchar la exquisita melodía de “Jailhouse rock” no me pude contener y la puse muy fuerte; lo que yo no sabía era que al hacer esto, una pregunta daría inicio el diálogo más bizarro e inexplicable de mi corta vida… Fue algo más o menos así lo que pasó:

- Oh ctm, me matoooo! Me encanta esta canción
- Oooh siii!!! (PREPÁRENSE, ACA VIENE XD) ¿Ésta es la nueva canción de Nirvana o no?
- …
Queridos lectores, como podrán notar, esa interrogante me llegó a dejar sobria.
- ¡¿QUÉ!?
- Ay, ¿no es?

- 1ero: Jailhouse Rock es una canción de Elvis Presley
2do: ¡¿Cómo mierda va a ser una NUEVA canción de Nirvana, si Kurt Cobain se voló los sesos con una escopeta hace 15 años?!


La respuesta de nuestra especial señorita fue una sonrisa y un típico “aaah, toy curá”.

Ok, normalmente soy un ser humano pseudo decente y tolerante, pero esta wea no sólo me quitó el efecto de casi 13 piscolas, sino que además me hizo caer en la cruel realidad de que soy parte de una generación que tiene a weones que no tienen idea de lo que ha pasado hace más de 3 años de su presente. Entonces… estoy mal yo? qué soy yo? Una excepción a la regla? Somos sólo unos pocos a los que nos importa conocer música que tiene una letra coherente y una melodía que va más allá de una base de batería sintetizada y sonidos de cornetas de aire? Somos acaso sólo unos pocos los que sabemos que el día 5 de abril de 1994 murió el niño prodigio del grunge? Honestamente, si me dicen que no sabían que Kurt Cobain fue encontrado muerto hace 15 años, de verdad, no comprendo la razón de su visita a esta sección

Perdónalos Elvis, por que no saben lo que hacen.

jueves, 20 de agosto de 2009

MANIFIESTO MEDIAL

Por Emilio Contreras

Se dicen muchas cosas de los días que nos tocó vivir, o sobrevivir. Dicen que estamos en plena “revolución de los medios de comunicación” y que nunca antes hemos estado más comunicados que ahora. Que los ciudadanos pueden hacer sus propios canales de información. Que ahora “los usuarios tienen el poder”. Que “la web 2.0 derrotó la dictadura de los contenidos uniformes”. Dicen que hoy un blog es el equivalente al poder de un revolver en el Old West. Que el periodismo cambió de rumbo. Que ahora hay un tal “periodismo ciudadano” y que los diarios están destinados a morir.

Sobre la insípida y medial década del 2000 se habla mucho, con soltura y frivolidad, con decadencia y post decadencia. Y quizás lo único que mejor la define son las sobresalientes contradicciones, mentiras, miedos y falsedades a las que “el orden” nos tiene acostumbrados hace años.

En la era de la comunicación, pocos se detienen a mirar lo que pasa alrededor o a quienes comparten nuestro mismo hábitat social. Peor aún, en los días en donde se supone que la comunicación reina, aún existen sectores de la ciudad que carecen de registros periodísticos y que, además, no tienen voz propia en los medios de comunicación masivos y referenciales. Aún hay gremios y comunidades vetadas implícita y explícitamente gracias a la falta de representación imperante, la venenosa calma y la raptada intriga periodística, desaparecida y jamás devuelta.

Y ante este panorama los jóvenes son los más perjudicados. Semana tras semana y casi por inercia, vemos reportajes, crónicas, notas cortas o cables de agencias de noticias en los que se habla de ellos, de lo que usan, de su tóxico estilo de vida, difamando por doquier, sin esbozar más esfuerzo que el de una caja de resonancia, repitiendo un mensaje que no tiene remitente y de cuya argumentación nadie se hace cargo.

Pero la ausencia de voces jóvenes en los medios no sólo perjudica la imagen colectiva de estos en la “sociedad de la información”, si no que también damnifica los temas que los involucran e interesan. Hoy en día hay un público de entre 15 a 30 años que busca en blogs la información que les inquieta. Y es obvio que suceda. De un tiempo ha esta parte son pocos los medios de comunicación que les proporcionan retratos, datos, indagación e historias que tienen que ver con su cultura, teniendo en cuenta que quienes hoy llamamos ‘jóvenes’ leen en otras direcciones, funcionan en otros ritmos y son dueños de perspectivas nuevas y muy, pero muy veloces.

Es realmente vergonzoso y patético ver cómo el periodismo nacional ha cubierto temas como “Fotolog”, los “skinhead”, el grooming, las expresiones de diversión contemporáneas, la mentalidad adolescente e internet como fenómeno generacional, entre otros tópicos que nos incluyen. La falta de reconocimiento de los jóvenes en los medios de difusión masivos son un perjuicio para el entendimiento de la nueva nación chilena, y no sólo eso, al no reconocernos en los medios de referencia, nos desconocen los demás y nosotros mismos; y todo esto desencadena en la creación de estereotipos baratos, el gran némesis del periodismo local.

Es por eso que el llamado urgente es a contar nuestras propias historias, registrarlas, reconocerlas, mostrarlas y, por primera vez, reflejarnos en ellas. Olvidarnos de la caricatura cabaretera de la juventud inepta y estúpida que se exhibe en los medios que nos vieron crecer, y crear nuestra historia “no oficial”, a imagen y semejanza. En nuestros códigos. A la velocidad del download, como nos gusta.


TENEMOS EL PODER


Por Sebastián Paredes C.


Me gustaría partir este blog contando una que otra anécdota de mi cotidiano vivir entre las fauces del periodismo, el carrete, amores y desamores y por supuesto datos acerca de lo que no debería hacer uno en la vida, pero que finalmente terminas haciendo igual.

Pero como este es el blog de inicio en este gran viaje de Cría Cuervos, sólo me preocupa una cosa: Que quede claro que nosotros tenemos el poder.

La frase anterior puede sonar o leerse de manera un poco atemorizante y también impositiva, pero es la verdad; nosotros los jóvenes contamos con el poder de hacer lo que queramos y de conseguir cosas impensadas que muchos creen que tenemos muy lejos de nuestro alcance.

Más allá de eso, lo importante es saber que a partir de nosotros, los jóvenes, es posible cambiar muchas cosas. No te estoy vendiendo la pomada de la Fernanda Urrejola con su spot del “Yo tengo poder, yo voto”; para nada. Es más, dudo que los jóvenes se acerquen hasta los registros electorales a inscribirse sólo porque una mina de moda les diga “tú y yo podemos decirle a alguien pa’ la casa”.

Lo que necesitamos los jóvenes son espacios para poder hacer lo que sabemos hacer: ser distintos, crear e innovar. Y por lo mismo, supongo que este mini sitio dentro de la web www.estrellavalpo.cl viene a ser el espacio para que los jóvenes de la Quinta Región escriban, posteen y hagan lo que se les de la gana.

Desde el momento en que lees estas líneas parte una revolución, una nueva aventura que no será fácil, pero que estará llena de esfuerzo y compromiso hacia la juventud extraña, distinta y con ganas de hacer cosas.

Te invitamos a participar de Cría Cuervos, de ser uno más de esta bizarra familia, la cual semana a semana tratará de removerte un poco los sesos y robarte un poco de tu creatividad.

Por mi parte, nos volveremos a encontrar la próxima semana, espero que con alguna historia que vaya más allá de el reforzamiento de nuestro verdadero poder.